Carta cerrada al Diosito del NT
Así que tú eres el Hijo del Padre, el Hijo del Dios de la Biblia, el Dios de los judíos, a los que maldicen tus seguidores, ¡vaya tela! Aquí, en la tierra, deberías saberlo, el hijo de papá, es un privilegiado, protegido por su progenitor, en el cielo, por lo visto, es otra cosa. Por más que lo pienso, no paro de preguntarme, ¿qué coño se le pasa por la cabeza a un padre, que dicen que es todopoderoso, para enviar a su hijo (“bien amado”) a sufrir un martirio y una muerte horrible aquí en la tierra? Es hablar por hablar, si no creo en que exista algo o alguien como tu padre, no voy a creer en su hijo, sería de locos. Tu historia es tan absurda o más que la de tu querido Padre eterno, se me ocurre un chiste: la cantidad de putadas que te esperan en tu eternidad, porque no creo que se conforme con la que conocemos todos. En esa tu historia, te tratan como a un loco de los que abundan en todos los momentos de la humanidad. Predicadores, iluminados, que vienen a salvar a todos o a la