¿Te lo digo por matemáticas, resalao?
Las matemáticas nos pueden ayudar bastante a distinguir lo
que es el mundo real del mundo irreal, virtual o imaginario.
Todos conocemos, deberíamos de conocer, las matemáticas
básicas.
Sabemos que existen los números naturales, los que nos
sirven para contar, y para completar la cosa que mejor que los números enteros,
esos que comprendemos todos, esos que pueden compararse a los seres humanos y
sus relaciones.
Sean a y b dos números enteros, humanos ellos, cuando se
relacionan unos con otros, a+b, a-b, a x b, a/b, etc., nos encontramos con el
mundo racional o de los números racionales. También
nos podemos relacionar con el mundo irracional, pero al mismo tiempo muy real,
con (π)erros, (e)lefantes, etc., o si nos
referimos a los números tenemos los números irracionales como son (π) y (e) pero
todo forma parte del mundo real o el de los números reales, matemáticamente
hablando.
Y ¿qué hay del mundo irreal, imaginario, fantástico o de los
números también irreales o imaginarios?
Pues lo primero que se puede deducir haciendo un pequeño análisis
es que el mundo real y el mundo irreal,
son incompatibles, no se pueden mezclar, cada uno tiene que ir por su inconciliable
“camino”. Pasa igual con los números imaginarios (“con los números
imposibles”), hay algo más imposible que la raíz cuadrada de (-1), pues sí, la
raíz cuadrada de (-2), es chiste.
Pero el ser humano, el ser racional, real para generalizar por
aquello de que algún irracional habrá entre ellos, como alguien dijo, es
maravilloso y hace que puedan coexistir el mundo real y el irreal, a través de
la literatura, y en definitiva de su imaginación. Se “crean” obras literarias,
dioses, religiones, supersticiones, se intenta conectar un mundo con el otro,
siempre que seamos capaces de distinguir cuál es el uno y cuál es el otro, si
no es así, si los mezclamos, está claro que hay algo que no funciona en nuestro
cerebro.
En el mundo de los números pasa lo mismo, se han creado los
llamados números complejos donde se pueden relacionar los números reales y los
imaginarios, juntos pero no revueltos, las operaciones que se realizan entre
ellos siempre acaban separando la parte real de la irreal o imaginaria.
Sea (a,b) un número complejo, a es la parte real y b la parte
imaginaria, para que todo sea real o todo irreal debe ser a=0 o b=0, o una cosa
u otra las dos al mismo tiempo es matemática y filosóficamente imposible.
¿De qué sirve tantos millones de años de evolución del universo si
con un chasquido de dedos se puede cambiar todo?
¿Cómo se puede creer que alguien pueda convertir el agua en vino
(al revés es posible), o multiplicar panes y peces? ¡Qué bien nos vendría un
“milagrito” de esos ahora!
Pero lo REALMENTE importante es entender que si el mundo es sólo
real (material por más señas) no cabe en él la resurrección de los muertos, las
curaciones milagrosas y sobre todo no se puede entender que exista algo mágico
y más aún que esa magia la tenga algunos en exclusiva o intenten tenerla,
“Virgencita, virgen pura, líbrame de esta asignatura”, rezaban antiguamente los
niños en el cole.
Todavía hay gente que no comprende que si el mundo fuera así, un
mundo en el que hechos milagrosos tuvieran lugar, aunque fueran contados, sólo
podría ocurrir en un mundo irreal, de nada nos serviría luchar, si como ocurre
en los cuentos, el final no depende de los personajes sino del escritor…
Elige, o una cosa u otra, o existe el mundo material o el mundo
mágico, en este caso poca elección tienes, la experiencia sólo nos da una
opción y es que sólo existe el mundo material y el mundo de los sueños
producidos por el cerebro material.
Del materialismo dialectico comunista al materialismo matématico anarkista...
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